Hoy, 31 de Diciembre, día de San Silvestre, se nos va otro año más.
Como es costumbre, toca hacer balance de todo el año, que nos ha dejado muchas cosas buenas, y otras seguramente menos buenas; pero vamos a quedarnos con de lo bueno, lo mejor, y de lo mejor, lo exquisito. Y es que este año 2010 ha tenido un protagonista por encima de todo en lo musical: la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras.
Ya más adelante hablaré largo y tendido de esta desaparecida agrupación, de sus sones, de su influencia en el estilo de la Guardia Civil de Eritaña y demás, pero este 2010 se recordará por la vuelta de los boinas a Sevilla.
Todo comenzó como un acto más por el 30 aniversario de la agrupación musical Virgen de los Reyes, antigua Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras. Se decidió que por este aniversario los boinas volvieran a sonar por Sevilla, durante la estación de penitencia de su Hermandad de Jesús Despojado, desde su capilla del Molviedro hasta la Catedral. Aparte, realizaron un par de conciertos: el del certamen anual de la Hermandad de Jesús Despojado, y el del 30 aniversario de su sucesora, la agrupación musical Virgen de los Reyes.
Todo ello con sus antiguos miembros, destacados músicos y compositores como D. Antonio Velasco Rodríguez, D. Antonio Amodeo Ojeda y el que aún hoy es director de la agrupación D. Juan Ramírez Téllez. Por supuesto, se iba a contar con la instrumentación de antaño, lo cual implicaba esas enormes y dulces liras, las flautas dulces, e incluso seis gaitas de unos gaiteros llamados desde fuera de nuestra ciudad.
Un servidor tuvo la inmensa suerte de asistir los conciertos de esta banda, y aún se me pone la piel de gallina al recordar esos momentos. El repertorio fue exclusivo de la época: las grandes marchas de esta agrupación, más alguna de la Guardia Civil de Eritaña, y alguna otra en homenaje a la Madre y Maestra: la agrupación musical Santa María Magdalena de Arahal.
Sin duda, esas marchas y esa forma de interpretarlas han calado muy hondo en este año 2010, y pasará mucho tiempo para que caigan en el olvido, cosa que no permitiré por mi parte.
Ahora me dirijo personalmente a ellos, a los queridos boinas: lo que habéis hecho por Sevilla se os agradecerá eternamente, ojalá 20 chavales se juntaran sólo para mantener ese estilo, esos sones de los 80, de cuando la Hermandad radicaba en San Bartolomé, esas liras tan peculiares y tan exquisitas. Ojalá no hubiera sido cosa de un año, aunque se os vaya a recordar eternamente.
Y como hablar es para nada si no se demuestra, os añado unos vídeos para que opinéis por vosotros mismos:
Y con esto, con los boinas (porque son patrimonio de Sevilla) os deseo un próspero año 2011 a todos.
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